Con la llegada de las luminarias led, con vida útil en torno a 20 años, la iluminación ha dejado de ser un producto de recambio para pasar a formar parte de la infraestructura de las empresas.
La situación elevada de la iluminación y su total cobertura de la superficie de los edificios y naves de trabajo, las convierte, además, en una ubicación ideal para situar sensores inteligentes que permiten tomar datos en tiempo real de aspectos relacionados directamente con la iluminación y que ayudan a mejorar su eficiencia, como la ocupación, o la intensidad lumínica, pero también de otros aspectos que ayudan a mejorar en tiempo real la gestión empresarial como monitorizar instalaciones y procesos para detectar necesidades de mantenimiento preventivo en maquinaria o el tránsito en los diferentes espacios disponibles para evitar cuellos de botella e incluso accidentes.
Estos sensores pueden conectarse entre si por redes de IoT y con un sistema de software que permita procesar los datos, extraer y presentar la información recogida de manera que sea útil a la organización. De esta manera la instalación de iluminación se convierte en una vía de acceso rápida y económica a la inteligencia empresarial (BI, business intelligence).
Las ventajas evidentes de estos sistemas están siendo implementadas ya por las grandes empresas industriales como Coca Cola en los 72.000m2 de su planta embotelladora de Martorelles, las nuevas instalaciones de Idilia Foods (Cola Cao), Nestlé o Domino’s Pizza. En todos estos casos la solución elegida han sido las luminarias y sensores de Digital Lumens y el controlador Site Worx, que distribuye en España la compañía Genia Global Energy.
Estas empresas han conseguido ahorrar incluso por encima del 90% en sus costes energéticos por iluminación y acceder al uso de la gran cantidad de datos que se generan en su entorno para mejorar la eficiencia de sus procesos.
Los sensores utilizados en este tipo de instalaciones suelen tener 3 funcionalidades principales. La primera, es lógicamente para mejorar las condiciones de la iluminación, detectando la presencia o no de trabajadores, el desplazamiento de vehículos, las condiciones naturales de iluminación y la cantidad de energía que se está consumiendo en cada momento. Con esta información se consigue regular la intensidad lumínica, apagar o dejar en penumbra zonas en desuso o encender la iluminación en tiempo real anticipándose al desplazamiento de un vehículo, todo con el objetivo de ahorrar al máximo en el consumo manteniendo siempre las condiciones óptimas de iluminación.
Otro tipo de sensores permite conocer datos de temperatura, humedad relativa, niveles de CO2 en el ambiente o consumo energético de diferentes maquinarias y permiten así detectar necesidades de mantenimiento preventivo, evitar avería y pérdidas de tiempo de producción, asegurar la temperatura óptima de cadenas de frío o mantener las condiciones de climatización.
Los sensores también son capaces de registrar la ocupación y el tránsito de las instalaciones, lo que permite optimizar la distribución de las plantas, detectar espacios infra o ultra utilizados, situaciones de riesgo por circulación de vehículos o puntos críticos que retrasan los procesos.
La iluminación inteligente, la IoT y la inteligencia empresarial hacen que la iluminación pase de ser una facility a formar parte de las herramientas de gestión empresarial.