Los entornos comerciales son espacios donde las marcas transmiten su esencia, establecen relaciones duraderas con los clientes y ofrecen experiencias de compra memorables.

En esta historia, la iluminación desempeña un papel muy importante, aunque a menudo se pasa por alto.
Un buen diseño de iluminación puede influir no sólo en la estética de un espacio comercial, sino también en el comportamiento de compra y en la experiencia general del cliente. En Opple Lighting hablamos de cómo puede utilizarse para crear un entorno de compra atractivo y agradable.

Iluminar el espacio
La primera interacción de un cliente con una tienda no es con los productos, sino con su iluminación. La intensidad, el color y la dirección de esta pueden condicionar la primera percepción del cliente. Una tienda bien iluminada influye significativamente en el estado de ánimo del cliente, su percepción de la calidad de los productos, el tiempo que pasa deambulando por ella e incluso puede contribuir sutilmente en su decisión de compra.

El poder de las distintas técnicas de iluminación
El uso estratégico de la iluminación ambiental crea un entorno acogedor que atrae a los clientes a la tienda. La iluminación de acento, en particular, desempeña un papel fundamental a la hora de destacar productos o zonas específicas de una tienda, guiando el recorrido del cliente por el espacio comercial. Las luminarias decorativas pueden realzar la estética general de la tienda y contribuir a crear una atmósfera o un tema específicos.
Pero no hay que descuidar tampoco la iluminación general funcional y la iluminación de tareas. Garantizan niveles de iluminación suficientes en todas las zonas y dan la primera impresión al cliente.

La influencia de la temperatura de color y el índice de reproducción cromática
La temperatura de color de la iluminación es otro aspecto importante a tener en cuenta. Oscila entre cálida (2700k) y fría (6500k), e influye significativamente en el ambiente de una tienda.
Los minoristas deben elegir la temperatura de color en función de los productos que vendan y del ambiente que quieran crear. Por ejemplo, una joyería puede utilizar luces de alta temperatura de color para que los diamantes brillen con intensidad, mientras que una librería puede emplear una iluminación cálida y suave para crear un ambiente acogedor y atractivo.
El CRI es una medida de la capacidad de una fuente de luz para revelar los colores reales de los objetos en comparación con una fuente de luz ideal o natural. Los valores de CRI más altos significan que los colores aparecen con mayor precisión, lo que hace que los productos parezcan más atractivos.

Eficiencia energética y sostenibilidad
Hoy en día, la sostenibilidad medioambiental es una preocupación creciente para las empresas de todos los sectores, incluido el comercio minorista. Los minoristas recurren cada vez más a soluciones de iluminación led energéticamente eficientes, que ofrecen un importante ahorro energético de hasta el 80% en comparación con las fuentes de luz tradicionales. En un momento en que muchas empresas aspiran a obtener la certificación «verde», la actualización a una iluminación energéticamente eficiente puede ser un paso decisivo hacia la consecución de los objetivos de sostenibilidad y la reducción de su huella de carbono.
Además, los avances en las tecnologías de iluminación inteligente han abierto oportunidades para una eficiencia energética aún mayor. Estos sistemas permiten automatizar y adaptar la iluminación a necesidades específicas, como ajustar la intensidad de la luz en función de la disponibilidad de luz natural o utilizar sensores de movimiento para apagar las luces en zonas no utilizadas.

Más información en la web de Opple

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