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Más de 300 profesionales se dieron cita en Logroño del 21 al 23 de mayo para debatir sobre el presente y futuro del alumbrado público, en una edición marcada por la sostenibilidad, la tecnología y los retos normativos.
En esta primera entrega de artículos temáticos, abordamos las presentaciones y ponencias expuestas durante el congreso en torno al ámbito científico y formativo en aspectos generales de la iluminación: visión, color, fotometría y luminotecnia.
Durante tres jornadas, el LI Simposium Nacional de Alumbrado, organizado por el Comité Español de Iluminación (CEI), convirtió la capital riojana en punto de encuentro clave para ingenierías, administraciones públicas, universidades, fabricantes y expertos del sector.
Bajo un enfoque técnico y multisectorial, se abordaron desde soluciones innovadoras de telegestión o drivers multicanal, hasta desafíos normativos como el RD1890, la Responsabilidad Ampliada del Productor o el impacto del reciclaje en la huella de carbono. También se expusieron proyectos pioneros en ciudades como Málaga, San Vicente de la Barquera o Burlada, junto a reformas estratégicas como la del Teatro Real o el Túnel de la Alcazaba.
Uno de los hilos conductores fue la necesidad de integrar eficiencia energética, digitalización y respeto por el entorno, con especial atención al cielo nocturno y a nuevas soluciones solares. La ciudad de Logroño, anfitriona del encuentro, mostró con orgullo su avance en materia de smart city y eficiencia urbana.
Para facilitar la lectura, desde el CEI presentamos una serie de artículos temáticos que resumen los principales contenidos del Simposium, agrupados por ámbitos de aplicación. Una forma práctica de revivir el congreso o descubrir lo más relevante si no pudiste asistir.
Primera entrega: Iluminación y ciencia: visión, color y precisión en el centro de la formación técnica
Más allá de los avances tecnológicos y las aplicaciones urbanas, el LI Simposium Nacional de Alumbrado 2025 ofreció un espacio esencial para la ciencia de la iluminación. Aspectos como la fotometría, el color, la visión humana, la digitalización óptica o la calidad de los datos luminotécnicos fueron abordados desde enfoques rigurosos y didácticos, recordando que sin comprensión técnica no hay progreso real.
Estas ponencias, a menudo más discretas pero de enorme valor formativo, cimentan el conocimiento sobre el que se construyen los sistemas de iluminación actuales, desde el diseño hasta la evaluación normativa, pasando por la percepción visual y el análisis espectral.
Investigación de campo: protocolos, medición y análisis con luz visible
El conocimiento científico de la iluminación también se fortalece mediante proyectos de investigación aplicada en condiciones reales. Uno de los más destacados fue el presentado por David Baeza (Universidad CEU San Pablo) con el Proyecto MeLiDos, una experiencia de campo centrada en el uso de dosímetros de luz visible y protocolos experimentales para medir con precisión la exposición a la luz en distintos entornos y franjas horarias. Precisamente, Baeza presentó los avances del Proyecto MeLiDos (22NRM05), la investigación internacional centrada en la necesidad de establecer protocolos estandarizados para el estudio de la exposición personal a la luz.
El objetivo del estudio es analizar los efectos de la luz en el comportamiento humano, incluyendo aspectos como el estado de ánimo, la percepción de confort y las alteraciones en los ritmos circadianos. Desde un enfoque metodológico, la ponencia detalló cómo establecer criterios de recogida de datos fiables, seleccionar los sensores adecuados y generar resultados comparables a lo largo del tiempo. Se trata de un ejemplo claro de cómo la ciencia luminotécnica puede conectarse con la salud y el bienestar, manteniendo al mismo tiempo el rigor en la obtención de datos y en la validación experimental.
El equipo se ha centrado en desarrollar recomendaciones prácticas basadas en casos reales, incluyendo protocolos para la recogida, verificación, análisis y resumen de datos. Las pruebas se están realizando en varios centros europeos, con una muestra mínima de 90 participantes, y se estudian diferentes ubicaciones del sensor (gafas, muñeca, pecho) para aproximarse lo máximo posible a la exposición retiniana real, principal medida fisiológica de la luz percibida.
Además del desafío técnico, el proyecto ha enfrentado una cuestión ética clave: cómo procesar datos generados por sensores matriciales (con potencial uso visual) sin comprometer la privacidad de los participantes. Para ello, el equipo ha analizado casos similares, como los sistemas de visión artificial o cámaras de salpicadero, y ha implementado medidas que garantizan el anonimato y la protección de datos personales.
El Proyecto MeLiDos marca un hito en el enlace entre ciencia luminotécnica, salud y metodología experimental, y sienta las bases para futuras investigaciones clínicas, urbanas o educativas sobre los efectos de la luz en la vida cotidiana.
La óptica del diseño: precisión, eficiencia y control
Desde un enfoque técnico aplicado, David Simpson (LEDiL Oy) ofreció claves fundamentales en la ponencia “Secretos del diseño óptico para iluminación LED”. Su intervención desveló cómo las decisiones en el diseño de lentes influyen directamente en la distribución lumínica, la uniformidad y la eficiencia del sistema, aportando una base sólida para quienes trabajan en ingeniería óptica aplicada a luminarias.
Desde el enfoque de la ingeniería aplicada, Teresa Núñez (Salvi Lighting) compartió una ponencia orientada a identificar los factores críticos de éxito en proyectos de iluminación pública, desde la fase de necesidad hasta la ejecución. Bajo el título “De la necesidad a la realidad”, ofreció una visión práctica, basada en experiencias reales, sobre cómo superar los obstáculos más comunes en cada etapa de un proyecto luminotécnico municipal.
Núñez desglosó con claridad el papel de cada actor implicado —desde técnicos municipales y redactores de proyecto hasta proveedores e instaladores— y alertó sobre errores frecuentes, como presupuestos sin desglose, procesos de licitación poco precisos o decisiones técnicas que no consideran el entorno real ni la percepción ciudadana.
Una parte esencial de la ponencia se centró en el diseño lumínico más allá de la normativa, donde abogó por una iluminación sin deslumbramientos, con cromaticidad adecuada, uniformidad visual y respeto al entorno arquitectónico. También enfatizó la importancia de herramientas como estudios lumínicos in situ, instalación de muestras piloto y validación funcional de las luminarias propuestas. Además, defendió la elaboración de pliegos técnicos exigentes pero realistas, que eviten bajas económicas excesivas y permitan comparar con criterio las ofertas, incluyendo parámetros como eficiencia óptica, control, reciclabilidad y versatilidad del sistema.
La ponencia subrayó la necesidad de empoderar a la administración pública mediante una buena redacción técnica y una supervisión rigurosa en la fase de ejecución, para garantizar la calidad final de la instalación. En resumen, una guía estructurada, honesta y técnicamente sólida para asegurar que los proyectos de alumbrado lleguen a buen puerto.
Ciencia y percepción: visión, color y calidad de la luz
La dimensión científica del color fue abordada con gran profundidad por el equipo encabezado por el Dr. Manuel Melgosa (Universidad de Granada), en una ponencia compartida con investigadores Shino Okuda, Katsunori Okajima, Masahito Nagata, Antonio Álvarez y Daniel Vázquez, quienes analizaron en profundidad los índices de rendimiento de color para fuentes de luz blanca. La presentación abordó desde las limitaciones del clásico CRI hasta las nuevas propuestas internacionales de evaluación cromática que se están incorporando en entornos profesionales y normativos, ofreciendo aun repaso riguroso a los métodos actuales de evaluación del color en iluminación, cuestionando las limitaciones del clásico índice Ra (CRI) y explorando alternativas más precisas y significativas.
Entre las conclusiones destacadas, se enfatizó que la temperatura de color correlacionada (CCT), si bien es una referencia común en iluminación, no constituye una especificación precisa del color de una fuente de luz blanca. Para una mejor caracterización, los autores recomendaron incluir parámetros adicionales como el Duv (distancia al lugar Planckiano) o directamente las coordenadas de cromaticidad (u’, v’) según el diagrama CIE 1976, así como el uso del espacio CIELAB para evaluar cómo los objetos iluminados reflejan el color.
El índice Rf (fidelidad del color) fue propuesto como una medida más actual y correlacionada con el Ra, aunque los investigadores advirtieron que tanto Rf como Ra presentan una baja correlación con las preferencias reales de los usuarios. Esto ha llevado a la Comisión Internacional de la Iluminación (CIE) a recomendar el uso combinado de varios índices en función de la aplicación concreta, como por ejemplo la saturación percibida o el atractivo visual subjetivo.
La ponencia concluyó que la coexistencia de múltiples índices refleja las limitaciones actuales del conocimiento sobre la percepción del color en iluminación y la necesidad de seguir investigando para comprender qué indicadores se ajustan mejor a cada contexto de uso. Se trata de una contribución que vincula directamente la fotometría con la percepción humana y refuerza la importancia de especificaciones científicas más completas para guiar las decisiones en diseño lumínico profesional.
Desde un enfoque multidisciplinar, esta investigación compartida entre universidades de España y Japón reforzó la necesidad de medir no solo la cantidad de luz, sino también su calidad y adecuación a las tareas visuales humanas, algo esencial tanto en espacios públicos como en entornos especializados como hospitales o museos.
Evaluar, comparar y aprender: la importancia de la verificación técnica
La experiencia también fue protagonista en clave científica. Juan Roura y Óscar Gonçalves (Iluminación Roura) ofrecieron un estudio inédito sobre el comportamiento real de una luminaria LED tras 15 años de uso continuado en la vía pública. Su análisis incluyó la degradación del flujo luminoso, la transmitancia de ópticas, el rendimiento del driver, la pintura y el comportamiento térmico, comparando los datos actuales con los originales del producto. Esta revisión práctica aportó una valiosa lección técnica sobre durabilidad y fiabilidad, alejada de simulaciones o condiciones ideales de laboratorio.
Tecnología óptica avanzada en conservación del patrimonio
Una aportación especialmente valiosa en la intersección entre óptica y conservación cultural fue la presentada por Bárbara Sánchez Cancela (Universidad Complutense de Madrid), centrada en el “Análisis y restauración de tapices históricos mediante tecnologías ópticas avanzadas”. La ponencia mostró el desarrollo de un sistema no invasivo para evaluar el deterioro estructural de tapices mediante radiación infrarroja cercana, que permite detectar zonas debilitadas del tejido sin dañarlo.
Este sistema, validado por restauradoras de la Real Fábrica de Tapices, emplea una fuente de infrarrojos, una cámara monocromática sin filtro IR y procesamiento digital para generar mapas de degradación por colores. La metodología permite identificar daños invisibles a simple vista, con mayor sensibilidad que el análisis manual tradicional.
Además, el equipo ha comenzado a aplicar técnicas de restauración fotónica virtual del color, comparando la reflectancia espectral del anverso y el reverso de los tapices —como en el caso de La Rendición de Breda— para reconstruir su aspecto cromático original mediante proyección controlada, sin intervención física. Este trabajo abre una nueva vía para conservar y presentar el patrimonio textil histórico, uniendo ciencia, tecnología y sensibilidad estética en un mismo proceso.
Precisión, conocimiento y formación como cimientos del sector
Las ponencias científicas y formativas del Simposium pusieron de relieve que ningún avance tecnológico es verdaderamente útil sin un conocimiento profundo que lo respalde. Ya sea en el laboratorio, en la restauración del patrimonio o en la planificación de una red urbana, la precisión, la formación y la transmisión del saber técnico siguen siendo pilares del sector.
El Comité Español de Iluminación, consciente de esta realidad, seguirá impulsando espacios donde la ciencia, la técnica y la formación converjan, convencido de que solo con una base sólida de conocimiento podremos seguir construyendo un alumbrado público más eficiente, responsable y adaptado a las necesidades humanas y ambientales del presente y el futuro.
