Ricard Comulada

Tridonic Iberia

El uso de sensores es clave para poder llegar a la meta de la ciudad inteligente. Dentro de esta meta el alumbrado tiene un papel muy importante dado que puede aportar una infraestructura para la comunicación e incorporación de sensores. Cuando hablamos de alumbrado típicamente se han usado mucho sensores como por ejemplo los sensores PIR, de luminosidad o sensores de microondas que permiten la detección de la cantidad de luz o de movimiento y que generalmente se usan para conseguir un alumbrado más eficiente. Aunque este tipo de sensores siempre van a estar presentes, los avances de la miniaturización y la digitalización dan pie a la posibilidad de usar nuevas tecnologías, entre ellas el uso de cámaras para poder analizar las imágenes y aportar datos al sistema para que este actúe en consecuencia. Con un par de ejemplos voy a mostrar la flexibilidad que podemos tener con sensores PIR o de microondas para que podamos diferenciarlos de los sensores de imagen. La característica principal de los sensores de imagen es que analizan los datos que vienen de la luz visible de un sensor de imagen CMOS.

Tridonic empezó el desarrollo de sensores de imagen hace unos cuatro cuantos años e introducimos el primer modelo ahora en 2024. Dicho en otras palabras el desarrollo de un sensor de estas características no es trivial. Las claves en el desarrollo de este tipo de sensor son la conceptualización, la miniaturización y el procesado de la imagen.

La parte de conceptualización consiste en tener claro el objetivo que queremos conseguir con este sensor ya que eso nos va a definir como va a ser el sensor y que tipo de tecnología se va a aplicar. Dado el rol de la iluminación que visionamos en las Smart Cities, el objetivo era hacer un sensor que se pudiera integrar a las luminarias de una manera sencilla, que fuera una un sensor estético  y como este sensor de hecho contiene una cámara el poder garantizar que el sensor respetase la privacidad de las personas.

Tener el concepto claro desde un inicio garantiza perfecciona el resultado final. En nuestro caso apostamos un sensor compatible con la conexión Zhaga y DALI, concretamente el D4i. El Zhaga garantiza la integración con otras luminarias y DALI implica que el sensor necesita hacer una análisis y únicamente pasar los datos interesantes al sistema. Esta computación introduce un factor extra de complejidad en la miniaturización.

Tal como se ha comentado la miniaturización es un factor deseable tanto a nivel estético como a nivel práctico, necesitamos que no sea un elemento distinguible como una cámara y que se pueda integrar con facilidad a la luminaria. Esto se ha conseguido gracias a la compactación que permite actualmente la electrónica y sobre todo a los sensores CMOS que permiten captar imágenes con un tamaño muy pequeño.

Finalmente el procesado de la imagen es crucial. Tenemos que encontrar un equilibrio entre lo que queremos medir sea medible y que el procesado de las imágenes sea posible. Dicho en otras palabras, hay que encontrar un equilibrio entre la resolución y el procesado para maximizar el resultado de la mejor manera posible.

Finalmente si lo comparamos con otros sensores con otras tecnologías las principales ventajas de los sensores de imágenes es que podemos:

  • Tener una flexibilidad de la zonas de detección configurable via software
  • Podemos discriminar el tipo de objeto a detectar
  • Posibilita el conteo de determinados objetos como coches, bicicletas, peatones etc…

Las aplicaciones para las cuales trabajaremos al principio son de carácter volumétrico para poder ajustar la cantidad de luz proporcionalmente a la densidad de vehículos o personas o el localizar puestos de aparcamiento libres, pero es indudable que existen una gran cantidad de soluciones posibles.

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