Conjuntos con columna y brazo poliméricos, y luminaria Pescador de ATP en zona costera, manteniendo su aspecto original con el paso del tiempo. 

Materiales inmunes a la corrosión y sellado integral como garantía de alumbrado fiable en entornos marinos.

En estos días de verano, muchos paseamos junto al mar. Disfrutamos de la brisa, el paisaje… y, a menudo sin darnos cuenta, también del alumbrado público que nos acompaña en paseos marítimos, puertos y zonas de costa. 

Si este verano levanta la vista hacia las columnas y luminarias, es probable que observe un patrón repetido: pintura descascarillada, óxido extendiéndose, fijaciones corroídas e incluso puntos de luz apagados o inclinados. No es casualidad. El ambiente marino es uno de los entornos más agresivos para cualquier instalación exterior. 

Por qué el mar es un enemigo para el alumbrado 

La humedad constante, el salitre y la radiación solar intensa forman una combinación que acelera el deterioro de los materiales metálicos. El ion cloruro, presente en el aire salino, es especialmente agresivo: penetra en los recubrimientos protectores, inicia la corrosión y compromete la estructura y la estanqueidad de las luminarias. 

El resultado es doble: riesgo para la seguridad y un aumento continuo del gasto municipal en mantenimiento (repintados, sustituciones, revisiones). 

Alumbrado metálico deteriorado por la corrosión en primera línea de costa. 

La alternativa: durabilidad sin mantenimiento 

Hoy existen soluciones capaces de resistir indefinidamente estas condiciones sin deterioro. ATP Iluminación emplea polímeros técnicos de ingeniería (S7 y T5) totalmente inmunes a la corrosión, con hermeticidad real IP66+ en toda la envolvente y resistencia mecánica IK10+ frente a impactos. 

Esta arquitectura elimina la necesidad de repintar, barnizar o aplicar tratamientos anticorrosión, y mantiene las luminarias estancas y operativas durante décadas, incluso en primera línea de mar. 

Paseo marítimo con luminarias ATP, inmunes a la corrosión y diseñadas para entornos marinos. 

Más allá de la resistencia 

Optar por un alumbrado que no se ve afectado por el ambiente marino significa evitar los costes recurrentes de reparación y sustitución, pero también garantizar que la instalación seguirá siendo segura y fiable con el paso del tiempo. La estructura permanece intacta, sin riesgo de desprendimientos o fallos eléctricos, y el sistema sigue ofreciendo el mismo rendimiento que el primer día.  

Esta estabilidad reduce la huella ambiental de la instalación, al minimizar desplazamientos, consumo de recursos y generación de residuos asociados al mantenimiento. Además, una garantía integral de 10 años, sin condiciones restrictivas por humedad o salinidad, aporta a los gestores la tranquilidad de contar con un sistema pensado para durar, incluso en el entorno más exigente. 

Faro de Roquetas de Mar iluminado con soluciones ATP, resistentes a salitre y humedad. 

Una sugerencia para este verano 

Durante sus paseos, fíjese en el estado del alumbrado. Allí donde vea óxido y desgaste, hay costes ocultos que alguien paga. Y allí donde vea columnas impecables junto al mar, probablemente hay detrás una elección técnica que prioriza la durabilidad y la sostenibilidad. 

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