
El Comité Español de Iluminación revela a través de su encuesta semanal que la mayor preocupación del sector en la próxima década se centra en la sostenibilidad, con especial atención al reciclaje y la economía circular en proyectos LED.
Aunque la eficiencia energética se considera casi estándar, los profesionales destacan que la industria debe afrontar desafíos relacionados con la recuperación de materiales, la durabilidad real y la conectividad estandarizada.
El LED revolucionó el alumbrado urbano e interior, mejorando la eficiencia y reduciendo el consumo energético. Sin embargo, su impacto en la sostenibilidad y en la economía circular sigue siendo un desafío pendiente. La encuesta semanal del Comité Español de Iluminación (#DebateLumínico) indagó sobre cuál es el punto débil que la industria debe resolver con urgencia, revelando que los expertos sitúan el reciclaje y la circularidad como prioridad estratégica para los próximos años.
Resultados de la encuesta
👉 ¿Cuál es el mayor reto pendiente del LED en la próxima década?
Reciclaje y circularidad → 56 %
Estandarización de conectividad → 33 %
Durabilidad real garantizada → 6 %
Calidad vs. coste → 6 %
Más de la mitad de los participantes coincide en que la recuperación de materiales y la gestión eficiente de residuos electrónicos representan el desafío más urgente. La estandarización de conectividad aparece como un segundo foco estratégico, mientras que la durabilidad y la relación calidad-coste son percibidos como aspectos menos críticos a corto plazo.
Análisis de los resultados
El 56 % de votos hacia reciclaje y circularidad refleja una preocupación creciente por la sostenibilidad, en un contexto donde los LED, pese a su larga vida útil, generan componentes complejos de reciclar. La adopción de modelos de economía circular no solo reduce el impacto ambiental, sino que también asegura competitividad industrial frente a regulaciones emergentes en Europa y otras regiones.
La estandarización de conectividad (33 %) muestra que los LED inteligentes deben integrarse de forma homogénea en sistemas de gestión urbana y smart cities. La falta de protocolos comunes limita la interoperabilidad, complica el mantenimiento y encarece los proyectos de alumbrado inteligente.
Sorprendentemente, la durabilidad real garantizada y la calidad vs. coste solo alcanzan un 6 % cada una, lo que sugiere que estos factores se perciben como suficientemente resueltos en los productos actuales o menos urgentes frente a los retos de sostenibilidad y conectividad.
Conclusión
La próxima década del LED se centrará en sostenibilidad y digitalización inteligente. La encuesta del CEI confirma que la industria debe priorizar:
Reciclaje y economía circular: recuperación eficiente de materiales y reducción de residuos electrónicos.
Estandarización de conectividad: facilitar interoperabilidad y mantenimiento de sistemas inteligentes.
Durabilidad y coste: seguir optimizando la vida útil y la relación calidad-precio, aunque no sean percibidos como el reto más urgente.
Los LED dejan de ser solo una fuente de luz eficiente para convertirse en un elemento estratégico de innovación, sostenibilidad y economía circular, clave para ciudades y entornos responsables.