
El Comité Español de Iluminación (CEI) celebró una nueva sesión formativa dedicada a las mediciones dinámicas de iluminancia y luminancia en instalaciones de alumbrado exterior, una temática que está despertando un gran interés entre técnicos, proyectistas y administraciones por su capacidad para ofrecer datos más representativos y precisos del rendimiento real del alumbrado público.
La jornada contó con la participación de Jaime Miguel, coordinador del Grupo Técnico de Trabajo de Mediciones Luminotécnicas del CEI; Luis Miguel Navarro, vicepresidente de Asuntos Nacionales del CEI; y Samuel Casado, del Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE), que intervino como invitado en representación de la entidad colaboradora en la elaboración de la guía.
La precisión y la trazabilidad llegan al alumbrado exterior. La reciente guía técnica de mediciones dinámicas de iluminancia y luminancia, elaborada por el Comité Español de Iluminación (CEI) con el apoyo del IDAE, marca un antes y un después en la forma de evaluar la calidad de las instalaciones.
Esta metodología permite medir la luz en movimiento —sin interrumpir el tráfico y con plena representatividad de las condiciones reales de uso—, ofreciendo un avance fundamental en eficiencia, control y verificación de proyectos.
Este pasado 12 de noviembre de 2025, tres voces destacadas del sector —Jaime Miguel, coordinador del Grupo de Trabajo de Medidas Luminotécnicas del CEI; Luis Miguel Navarro, vicepresidente de Asuntos Nacionales del CEI; y Samuel Casado, representante del IDAE— participaron en una masterclass organizada por el CEI que sirvió para explicar el contexto, la metodología y las aplicaciones de esta nueva guía.
La sesión se convirtió en una clase magistral sobre el futuro inmediato del alumbrado público.
Una guía orientativa, no normativa, pero imprescindible
El vicepresidente del CEI, Luis Miguel Navarro, abrió la exposición aclarando que el objetivo no era crear una norma, sino “una propuesta técnica orientativa, no normativa”.
El propósito, explicó, es ofrecer un marco de referencia claro y homogéneo para todos los agentes implicados —técnicos municipales, proyectistas, instaladores y empresas de servicios energéticos— que necesitan realizar o verificar mediciones luminotécnicas.
“No se trata de una norma ni de una ley, sino de una herramienta útil que aclara cómo y en qué condiciones deben realizarse las mediciones, y cómo presentar los resultados mediante sistemas dinámicos”, señaló Navarro.
El vicepresidente recordó además el papel del CEI como “organización científica y defensora de las innovaciones tecnológicas”. Y en ese sentido, añadió, “esta guía supone una auténtica innovación frente a las mediciones estáticas tradicionales de nueve puntos. Es una nueva manera de verificar los resultados de las instalaciones y aportar fiabilidad al proceso”.
El salto técnico: de lo estático a lo dinámico
El grueso de la sesión lo protagonizó Jaime Miguel, coordinador y redactor principal de la guía, quien explicó con detalle el reto técnico que ha supuesto su desarrollo.
“Pasamos de un método estático, pensado para equipos inmóviles, a un sistema en movimiento que debe ser preciso, estable y trazable. Todo lo que se mueve es un desafío: interferencias, condiciones ambientales, homogeneidad, clima… y además la gestión de miles de datos que luego deben ser coherentes y fáciles de interpretar”.
La guía se apoya en las normas CIE 194:2011 y UNE-EN 13201, y se centra exclusivamente en mediciones dinámicas de iluminancia y luminancia.
Con esta metodología, explicó Miguel, “somos capaces de medir toda la superficie iluminada, no solo puntos aislados, lo que ofrece una imagen mucho más fiel del comportamiento real del alumbrado”.
El documento describe dos métodos principales: el sistema de luxómetro partido, que utiliza sensores distribuidos en el vehículo, y el sistema compacto o de remolque, que integra todos los sensores en un único módulo.
Ambos requieren calibraciones metrológicas en el propio sistema de medición, con los sensores situados a menos de 30 centímetros del suelo, y equipados con geoposicionamiento satelital e inercial (IMU) para asegurar precisión incluso en túneles o zonas sin cobertura GPS.
“El equipo debe ser capaz de registrar la medida a la velocidad de la vía, sin interferir con el tráfico”, detalló Miguel. “No basta con un luxómetro estándar. Hablamos de sistemas que deben registrar, almacenar y sincronizar datos de luz, posición y tiempo con total fiabilidad”.
El coordinador incidió en la importancia de estandarizar el procedimiento:
“Queríamos evitar mediciones improvisadas o poco rigurosas. Había que establecer una metodología única para que todos midiéramos igual, con resultados comparables y trazables. Es la única forma de avanzar hacia una medición profesional del alumbrado exterior”.
Medir toda la luz: de los datos a los mapas lumínicos
Uno de los avances más celebrados de la guía es la introducción de los mapas lumínicos, una herramienta visual que transforma los datos en información útil para técnicos y administraciones.
“El formato más práctico de los resultados es el mapa lumínico. Permite cargar los datos en Google Earth y visualizar los niveles de iluminancia y luminancia mediante colores. En un vistazo, puedes identificar sobreiluminaciones, zonas de sombra o irregularidades”, explicó Jaime Miguel.
Estos mapas, obtenidos a partir de mediciones continuas, son especialmente valiosos para auditorías energéticas, verificaciones de proyectos y mantenimiento de instalaciones.
“En muchos casos, con un solo recorrido puedes obtener miles de puntos de medida. Es un avance enorme: la representación visual facilita la interpretación y la toma de decisiones técnicas”, añadió.
Una herramienta con impacto directo en las ayudas del IDAE
La intervención de Samuel Casado, en representación del IDAE, puso el foco en la relevancia de esta metodología desde el punto de vista administrativo y económico.
“El IDAE tiene el papel de vigilar e impulsar las innovaciones que aportan valor al sector. Y esta guía lo hace. Permite medir con precisión, verificar la calidad de los proyectos y facilitar el cumplimiento de la normativa de eficiencia energética”, explicó.
Casado subrayó, además, su importancia dentro de los programas de ayudas públicas:
“Las mediciones dinámicas de iluminancia y luminancia suman puntos en las convocatorias de ayudas del IDAE. Es una manera sencilla y asequible de mejorar la puntuación y aumentar las posibilidades de financiación. En la primera convocatoria, un 65 % de los proyectos las incluía; en la segunda, ya fueron el 75 %”.
El representante del IDAE insistió en la necesidad de garantizar la trazabilidad de los datos:
“Hasta ahora, las mediciones eran casi artesanales. Hoy podemos registrar, geoposicionar y verificar cada punto de luz. Esto garantiza transparencia y calidad, no solo para la administración, sino también para proyectistas, instaladores y ayuntamientos”.
Aplicación práctica: auditorías, pliegos y gestión municipal
El uso de esta metodología no se limita a proyectos de investigación o pruebas piloto. Según explicó Luis Miguel Navarro, ya se está incorporando en pliegos públicos de contratación.
“La guía puede citarse directamente en los pliegos técnicos, lo que evita tener que reproducir toda la metodología. Es una ventaja enorme para las administraciones y los técnicos que licitan obras de alumbrado exterior”.
También puede aplicarse en auditorías energéticas y renovaciones de alumbrado.
“En una auditoría lo primero es conocer qué tienes y en qué estado. Con esta metodología puedes medir prácticamente todo el alumbrado de un municipio en apenas dos días, con un nivel de detalle antes impensable”, apuntó Casado.
Los ponentes coincidieron en que los métodos dinámicos y estáticos son complementarios. En zonas donde no sea posible acceder con vehículos —aceras, parques, calles estrechas—, se pueden combinar mediciones dinámicas con el método de nueve puntos.
“Lo importante es aprovechar lo mejor de ambos sistemas y garantizar que los datos sean coherentes y representativos”, resumió Navarro.
Medir para mejorar: el cambio de mentalidad que impulsa el CEI
Más allá de la técnica, la guía del CEI representa un cambio de cultura en el sector.
“Lo que no se mide, no existe”, afirmó con rotundidad Jaime Miguel. “Esta metodología profesionaliza la forma de trabajar. Permite saber realmente qué niveles de iluminación tenemos en nuestras calles y actuar con criterio”.
Los tres expertos coincidieron en que medir con precisión es la base para mejorar la eficiencia energética, reducir la sobreiluminación y asegurar el confort visual y la seguridad ciudadana.
“Si logramos que las instalaciones estén dentro de norma y con niveles reales ajustados, estaremos ayudando no solo a la eficiencia, sino también al medio ambiente. Menos sobreiluminación significa menos impacto en la biodiversidad y en el consumo”, apuntó Miguel.
Casado, desde el IDAE, resumió la idea con una mirada práctica:
“Este procedimiento es innovador, fiable y con un coste asequible. Representa el futuro de la verificación del alumbrado exterior y del cumplimiento de las ayudas públicas”.
El inicio de una nueva etapa en la medición luminotécnica
La jornada concluyó con un mensaje compartido: la guía técnica del CEI y el IDAE no es un punto final, sino el principio de una nueva etapa.
“El avance es la guía en sí misma”, dijo Jaime Miguel. “Pero sobre todo, el interés que ha despertado. Es el inicio de un proceso de profesionalización real del sector”.
El Comité Español de Iluminación reafirma así su compromiso con la innovación y la calidad técnica en el alumbrado exterior, impulsando una medición más precisa, sostenible y acorde con los retos de la iluminación moderna.